LA PRIMERA VEZ
MAG
Relato Corto
La luz era tenue, apenas si lograban verse, él puso las
manos sobre sus hombros, ella sintió un escalofrío, su corazón comenzó a latir
con más fuerza, acelerado y su respiración se agitó. Él lentamente desabrochó
su vestido mientras besaba suavemente su cuello, poco a poco su boca buscó la
de ella, sus lenguas desataron pasiones, a ella nunca la habían besado de esa
manera, con tanta ternura y pasión a la vez. A él le pareció delicada la forma
como se dejaba llevar. Le quitó el vestido y la llevó hasta la cama, ella cayó
sentada él continuaba besándola apasionadamente. Cuando ella quedó acostada, él
se retiró un poco y pudo ver en su rostro cuanto le había gustado y cómo la
había excitado. No dijeron una palabra, pero en sus miradas se reflejaban el
deseo que sentían por hacer el amor, la respiración agitada los delataban. Él
se quitó la camisa y la dejó caer junto al vestido negro que ella llevaba,
llevó las manos a su cintura y la besó en el ombligo, fue subiendo lentamente
con cada beso, cada gesto de él, cada caricia que le daba la excitaba
profundamente, cuando llegó a sus pechos se retiró y la miró, ella abrió sus
ojos y leyó en su mirada aquella pregunta que aún no hacía, tomó la tira del
brasier y la deslizó por su hombro, lo mismo hizo con la otra tira. Él terminó
de quitarlo y comenzó a besar los pechos, primero uno, su lengua jugueteaba con
el pezón, comenzó a chuparlo y besarlo y a morderlo suavemente. Ella sintió que
estaba en el cielo, no creía que hubiera un placer mayor en el mundo, era una
mezcla de sensaciones extrañas, algo mágico que no podía explicar. Él continuó
besándola hasta llegar al cuello mientras le quitaba la ropa interior, fue el
momento en el cual ella sintió miedo, no sabía qué hacer y él lo notó, tomó sus
manos y las dirigió a sus pantalones, fue su forma de decirle que se los
quitara. Ella empezó a desabrochar los pantalones y se los quitó con la misma velocidad
con la que él le quitaba su ropa interior, al tiempo que se besaban más
apasionadamente, desesperadamente. Habían llegado al punto máximo de
excitación, ambos sabían lo que querían y, una vez desnudos, continuaron
besándose y acariciándose. Acarició muslos nalgas, la besó en el cuello y la
oreja, mientras metía su mano entre las piernas y las separaba. Ella cedió ante
la emoción, casi sin darse cuenta. Estaban tan excitados que ninguno de los dos
pudo contenerse y fue entonces cuando la penetró, lentamente, hubo un quejido
instantáneo, seguido de numerosos jadeos, él trató de no hacerle daño, pero
ella lo incitaba a ser más salvaje, con el movimiento de caderas iba a su
encuentro mientras le clavaba las uñas en la espalda. No supo con exactitud en qué
momento llegó el orgasmo, estaba en shock, jamás se había sentido tan bien en
su vida, con el corazón acelerado y al mismo tiempo tan relajada. Pasaron unos
segundos antes de que él se retirara, se recostó a su lado en la cama, cuando
su corazón recuperó su ritmo la miró con una sonrisa, la besó en la mejilla y
se levantó, comenzó a vestirse mientras ella, incrédula, veía cómo lo hacía y
sin mediar palabra salía de la habitación. Ella supo que no lo vería más y que
si lo encontraba, él fingiría no conocerla. Tomó la almohada, la abrazó y lloró
amargamente.
Que descriptivo, casi palpable. Y devastador al final. Me gustó mucho
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